domingo, noviembre 01, 2009

BELLA CUBA

Muchos latinoamericanos hemos soñado alguna vez con ir a Cuba, por muchas razones, seguramente todas muy diferentes.
Yo también, siempre quise ver por mi misma las cosas sobre las que cada uno opina de manera tan distinta de esta bella y paradisíaca isla.
Mi única relación con Cuba antes de octubre de este año fue su música, su arte y su literatura (que en mucho admiro y aprecio) y la animadversión que sienten contra su país, que siempre vi, en los cubanos exiliados en la Florida.
Pasé 11 días en Cuba entre La Habana y Trinidad. Tuve la suerte de participar en el Encuentro XIII de FELAFACS (Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación) de la que soy parte, que este año se celebró allí. Fue todo un éxito, participaron cerca de 1250 académicos y estudiantes, de los cuales mas de 900 llegaron de fuera, de otros países de América Latina. Norte América y España.

(Debate eje No. 2 del Encuentro)

No quiero dejar pasar el momento para también dar mi opinión.
De las muchas cosas que vi, viví y me impactaron, quiero compartir tres:

La primera: La Habana me pareció la ciudad más bella de América (tanto o más que Buenos Aires, que ya es bastante hermosa). Su diseño urbanístico con amplísimos espacios públicos, parques y alamedas, avenidas sombreadas y barrios de casas maravillosas, el Malecón, la Vieja Habana y los edificios coloniales, muchos de los cuales son de la época y el estilo de los Fuertes de Cartagena de Indias. Pero ante todo, las bellísimas mansiones, palacetes y residencias de lujo de los barrios El Vedado y Miramar, principalmente.
Creo recordar que alguna vez en Colombia tuvimos algo parecido en pequeñísimo: en la Avenida de Chile de Bogotá y en Manga y Bocagrande de Cartagena, hermosas y clásicas mansiones que desaparecieron para darle paso a edificios altos y no siempre bonitos.
Tuve la suerte de recorrer esta ciudad de la mano de la arquitecta, restauradora y pintora cubana Mercy Rivadulla quien me la mostró paso a paso con las historias de cada una detrás.
Mercy ha participado en la restauración de algunas de las viejas casonas de El Vedado y por ello, sabe a fondo sobre los aspectos urbanísticos y la trayectoria de esta zona de la ciudad.

Podría decir de mis tres días de caminata por La Habana que hay mas o menos un 40% bellamente restaurada, otro 40% en proceso y posibilidades de restauración y tal vez un 20% de edificaciones clásicas que va a ser costoso y difícil restaurar.
Se ve un enorme esfuerzo por mantener la ciudad, a pesar de su gran tamaño y de los altos costos que significa esta tarea.
Además de los edificios, hay que ver la vida que albergan, muchas de ellas son ahora museos, sedes y edificios públicos, pero hay también las que aún siguen siendo viviendas de sus antiguos dueños. Mantenerlas por estos 50 años ha sido uno de los logros más importantes de la ciudad y sus habitantes, pues las limitaciones de materiales de construcción, especialmente de pintura, han sido inmensas.
La segunda, los cubanos que viven en su patria son las personas más sencillas, dulces, alegres y positivas que he visto en conjunto.
Tuve la oportunidad de pasar 7 de los 11 días en casas de cubanos para visitantes, convivir con ellos y degustar los platos hechos en casa.

Hay que decir que este prolongado bloqueo a la comida de 7 millones de cubanos ha sido atroz, pero ha hecho que ellos sean creativos y solidarios, más que ningún otro pueblo que haya conocido. Comparten lo que tienen y lo que no tienen, son cálidos y generosos anfitriones. Me hicieron sentir bienvenida y valorada y las cuentas que pasaron al final de mi estadía fueron mas que justas, no sentí en ninguno de los casos que quisieran aprovecharse de mi condición de turista, ni lloraron miseria, ni se quejaron, todo lo contrario.

La tercera: los imaginarios exteriores sobre la calidad, cantidad y belleza de la música cubana se queda corta ante la realidad. Textualmente, en cada esquina hay un grupo de música de jóvenes o mayores, o de ambos mezclados, que interpretan los temas tradicionales, los que Cuba ha aportado para darle carácter a la música latinoamericana, pero también nuevas versiones, y mucha, mucha música nueva. Es el paraíso para los melómanos como yo y los rumberos como todos nosotros. Tuve la dicha de sentarme a la una de la tarde en un restaurantito de Trinidad a tomarme un vaso de agua helada y disfrutar, a esa hora, de un bello concierto que siempre hay por todas partes. Las noches cubanas son algo extraordinario, las posibilidades son inmensas, hay para todos los gustos.

Palenque Congos Reales

Video del grupo Amanecer de Playa Ancon, ensayando

También concluí que cualquier visitante de corto paso puede hacer una lista de observaciones positiva o negativa de Cuba. Yo me abstengo. Los cubanos que conocí me inspiran el mas grande respeto y todo lo que quisiera ahora es acercarme a aquellos aprendizajes que podemos obtener de un país hermano que ha tenido una historia particular y única en nuestro continente.

2 comentarios:

El del Ágora dijo...

Hola, Viajera de ojos y corazón abierto. Nada de lo que se diga sobre Cuba es sencillo. No he viajado a Cuba, y no me compro las historias oficiales. Me dejo ganar por lo Humano, recorro los espacios en tus palabras y deseo que lo que he visto, siga siempre.

Expresate dijo...

Hola Amparo, genial poder conocer tan bella isla, un país lleno de historia y conocimiento.