sábado, agosto 18, 2007

De cazadores de cocodrilos a nodrizas de caimanes y tortugas

Este es Nelson un pescador del pequeño pueblo de Cispata a orillas del Golfo de Morrosquillo en la Costa Caribe Colombiana
Por muchos años Nelson y sus compañeros pescadores fueron también cazadores de caimanes, iguanas y tortugas en las aguas de este ecosistema maravilloso que está constituido por cientos de ciénegas y caños de mangalares en la desembocadura del río Sinú en el golfo de Morrosquillo. Para ellos era un buen negocio de vez en cuando porque la piel, la carne y los huevos de estas especies son apetecidas nacional e internacionamente y unas entradas extras les ayudaban mucho en su presupuesto familiar. Pero los animales se fueron extinguiendo y a la dificultad de cazarlos se sumaba ahora la de encontrarlos. Entonces vieron que ellos mismos estaban acabando con su comida. Aparecieron entonces los muchachos de la Corporación del Valle de los ríos Sinú y San Jorge - CVS y les propusieron organizar un centro para rescatar los pequeños animalitos que aún existían, protegerlos y crearles condiciones para su reproducción. Asi podrían repoblar y además, utilizar los execentes para su comercialización.
Aqui está el resultado de esa alianza: El Centro de Investigaciones Marinas de Cispata CIMACI
localizado en esta vereda, el cual es llevado adelante y administrado por la comunidad de pescadores, con apoyo financiero, orientación y capacitación técnica de la CVS. Allí la comunidad ha recogido y logrado la reproducción de variedades de caimanes y tortugas de manera técnica y con monitoreo y seguimiento. Lo mas relevante de esta experiencia es la enorme conciencia que han adquirido los pobladores de esta región acerca de las riquezas naturales que poseen y la necesidad de protegerlas y explotarlas de manera sostenible. Ellos han avanzado y aprendido tanto, que hoy son los mejores profesores y guías de los visitantes del Centro.

Otro miembro de la comunidad de pescadores mostrándole a los grupos de turistas el mapa del ecosistema y explicando sus características
Sobresale la manera clara, pedagógica y consciente en que estos pescadores están en capacidad de presentar su conocimiento acerca de su ecosistema y su proyecto. Cada uno de ellos trabaja en el Centro en turnos de a dos entre 8 de la mañana y 5 de la tarde una vez cada dos semanas, de manera que todos los días hay dos personas responsables de prestar ese servicio, para lo cual han debido prepararse previamente. Asi, toda la comunidad "ha pasado por la escuela". Ellos no cobran nada por este trabajo, y tampoco cobran nada a los visitantes que van a ver esta maravilla de experiencia. Aceptan donaciones "según la conciencia de cada uno"
















Aqui están los felices visitantes en el Centro absortos escuchando a Nelson explicar la diferencia entre dos especies de caimane
s
La organización de pescadores que trabaja en este proyecto ha cambiado totalmente su visión y su actitud frente a los recursos naturales. Siguen pescando para vivir pero se han comprometido con el exito de la caimanera como se le dice cariñosamente a su Centro. Por ahora, solo han cultivado caimanes y tortugas para repoblar las ciénegas y los caños, todavía no ha llegado el momento de comenzar a sacarle ganacia económica a su esfuerzo. Pero están felices, han aprendido mucho sobre la naturaleza que antes solo explotaban y de la cual hoy día son sus cómplices. Esta es la verdadera ganancia: el futuro!

Una tortuguita albina
Salieron 3 en un nacimiento de cerca de 1500 tortuguitas. Estas las dejan en el Centro para estudios. Son sus mascotas. Ahora ellos saben que una tortuguita como esta no sobrevive 4 horas en la naturaleza, por su color y fragilidad atrae a todos los depredadores. En el Centro está segura. Los caimanes cuando alcanzan metro ochenta los llevan y sueltan en los caños y en las ciénegas. Es una tarea árdua porque son animales inmensos, pesados y peligrosos, pero ellos ya son unos expertos.

Cuando son pequeños, inspiran toda la ternura de cualquier bebé
Los visitantes pueden alzarlos y consentirlos, tomando todas las precausiones para que ninguno de los dos se lastime. Ha sido una muy buena práctica para enseñar también a sus hijos. Cuando adquieren la talla, dos de ellos amarran la inmensa bocaza del caimán, lo meten asegurado en unos costales y se lo llevan en la lancha caño arriba a lugares donde es seguro dejarlos en libertad. A algunos de ellos los marcan y les ponen chips para hacerles seguimientos nocturnos para saber más de sus costumbres y tener la seguridad de que este repoblamiento va bien. Sueltan uno por uno, asi que el trabajo es enorme. Ya llevan más de 1000 caimanes liberados.

Estos son los manglares de los caños, quebraditas y ciénagas donde se suelta a los caimanes.
Es su medio ambiente perfecto y allí se acostumbran a vivir, a cazar, a retozar y a aparearse para seguirse reproduciendo en libertad.
Ya no se cazarán nunca más y podrán ser libres para siempre pues habrá un número de ellos que permanecera en el Centro donde será sacrificado como animal de zoocriadero. Es lo que técnicamente se llama desarrollo sostenible, cuando no extinguimos las especies para sacar beneficio propio, sino, se cultivan unas para negocio y las otras se devuelven a la naturaleza, por el derecho que toda especie tiene de existir.

Por estos caños de manglares que también son el lugar natural de los pescadores para hacer su oficio, ellos van entonces no a pescar sino esta vez, a liberar los caimanes que con tanto esmero han criado y cuidado...


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