viernes, agosto 04, 2006

Comunicación para el Desarrollo, un aporte al Desarrollo Sostenible


El cutivo de la coca en economía campesina en Colombia viene siendo un obstáculo para el desarrollo y la paz del país, desde hace mas de 25 años, por no decir que "un dolor de cabeza".
El cultivo de la coca se filtró dentro de los pequeños predios de familas campesinas pobres desde comienzos de los ochenta, cuando se cruzaron dos circunstancias. De una parte, un campesinado pobre, sin oportunidades, sin polìticas de desarrollo ni de fomento para el campo que les permitieran fortalecer cultivos promisorios. No crédito, no paquetes tecnológicos, no asistencia suficiente. En otras palabras. abandono, que incluye el problema nunca resuelto de la tenencia de la tierra.
La otra circunstancia: la necesidad de los narcotraficantes de ampliar los cultivos de coca para alimentar sus industrias, a bajo costo y menor riesgo. Asi, envolvieron a los campesinos, quienes a través de ellos obtuvieron todo lo que el estado nunca les dió: créditos blandos y suficientes, paquete tecnológico validado, planes de comercialización a bajísimos costos, pagos de cosechas ágiles y en efectivo, valor agregado en zona, transporte garantizado. Claro que el precio que están pagando estos campesinos y el país por esto, ha sido demasiado alto. Como todos lo sabemos. Después de 25 años, no solo se han tumbado miles y miles de hectáreas de bosque y se ha reemplazado el cultivo de comida por coca, sino que esta economía ha contribuido también en altísimas dosis, a promover la cultura del narcotráfico, del dinero fácil y la pérdida del valor de la vida. En otras palabras con la llamada "cultura traqueta". Factores centrales que alimentan el conflicto que hoy todos vivimos.
Entre 1985 y 1995, la entonces Oficina de Servicios para Proyectos - OSP de las Naciones Unidas - PNUD , desarrolló en asocio con los gobiernos colombianos de entonces, el primer Programa de Desarrollo Sostenible para Colombia, que se inició en las zonas de cultivo de coca dentro de economía campesina, primero, en los municipios del sur del Cauca y norte de Nariño, los cuales se extendieron al Guaviare, Caquetá y Putumayo.
En aquella época y a raìz de esto, el paìs aprendió a hacer "desarrollo sostenible" a través de estrategias integrales y sostenibles de un desarrollo rural microregional. Aprendió mucho y dió resultados concretos en términos de disminución de hectáreas de coca sembradas, bajo esta modalidad. Sin embargo, la velocidad a la se proliferaban los cultivos de coca en zonas de bosques era mucho mayor que la capacidad de rescatar los territorios campesinos que ya la cultivaban.
Este política fué transformada durante el gobierno del presidente Samper, quien creó el Plante y asumió totalmente la ejecución de este tipo de proyectos. En la negociación del Plan Colombia en 2000, el Desarrollo Sostenible, como se llamó definitivamente este tipo de estrategia, quedó en manos de ONG norteamericanas, ejecutadas mayormente por colombianos y supervisadas por el Gobierno nacional.
De las muchas cosas que se alcanzaron a hacer durante el primer periodo mencionado fue un estudio realizado participativamente, entre campesinos, colonos, indígenas, técnicos agropecuarios y amazonólogos. En aquella época (1990) la gran pregunta era ¿Qué especies podrían ser promisorias para reemplazar a la coca? Frente a esta, solo existía un quebradero de cabeza para los ingenieros agrónomos y forestales, los técnicos agropecuarios y los trabajadores sociales de los proyectos. Hubo muchos "ensayo-error" que también dieron frutos positivos, casi todos ellos, modelos integrales donde se mezclaban especies de pancoger, para garantizar la alimentación de las familias, con especies con potencialidad industrial que permitieran vincular la producción campesina con los mercados.
En aquella época, una comunicadora social decidió hacer una pregunta clave a sus compañeros técnicos del campo: ¿Alguna vez le hemos preguntado a los campesinos cocaleros qué otra cosa quisieran hacer? ¿Qué otros conocimietos sobre especies promisorias tienen? ¿Qué les gustaría aprender?
Descubrí entonces, que estos equipos de profesionales llenos de esfuerzo y buena voluntad eran un poco "sordos"; no sabían escuchar ni ver el conocimiento y la sabiduría que ha existido siempre entre los campesinos, colonos e indígenas de este país. Su larga y afianzada formación universitaria los había restringido al conocimiento convencional desarrollado en otras latitudes.
El coordinador técnico del proyecto nacional, un ingeniero agrónomo, fue sensible a la propuesta de reunir a los cultivadores de las veredas, vinculados con los proyectos productivos, que tuvieran un conocimiento sobre especies y productos derivados de ello, para saber sus opiniones y aprender sus conocimeintos. Esto sucedió en el Putumayo en 1995. Durante seis meses se reunieron varias veces en Villa Garzón estos grupos de personas que fueron cada vez mayores, a quienes se sumaron luego los técnicos, de las entonces novísimas UMATA.
El resultado fue una inmensa explosión de experiencias que evidenciaban un conocimiento ancestral sobre el bosque tropical y sus potencialidades.
A pesar de que se acercaba el final de la OSP/PNUD en Colombia, recogimos la experiencia y con la ayuda de uno de los mas relevantes amazonólogos del país, el ya fallecido nariñense profesor Bernardo Martínez Santacruz, la sistematizamos, le dimos un tratamiento "científico", con toques de cultura amazónica y la convertimos en libro.
Nunca hemos sabido si las 2000 copias de esta publicación que se repartieron por las escuelas y entidades del Putumayo, tuvo algún impacto en lo que sucedió después. Tampoco hemos sabido si alguien, mas allá de algunos profesores universitarios, le reconocieron alguna vez el valor a ese conocimiento que allí se compila.
Ahora, este Blog me da la oportunidad de compartir con los posibles lectores, esta experiencia que me graduó a mi como una verdadera "comunicadora para el desarrollo". Mi oficio fue solo lanzar puentes entre personas distintas y crear condiciones para que se sentaran a conversar. Luego, me centré en recoger y sistematizar la experiencia con ayuda de quienes podían hacer un aporte significativo a darle peso y proyección al trabajo colectivo.
Ficha Técnica: Especies promisorias del Putumayo: una propuesta de desarrollo sostenible. Edición, textos y fotografía: Amparo Cadavid Bringe, Asesor Científico: Bernardo Martínez Santacruz IA, Ilustraciones: Manuel mejía Lago IA, Diseño y Diagramación: Hilda María, Bogotá, OSP/PNUD, 1995

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