
Aqui estamos las presentes aquel día, 38 años después de nuestro grado de bachilleres en el colegio San Patricio:

Inés Elvira ha sido una de nosotras por todo este tiempo. El 24 de marzo pasado falleció, después de luchar tenazmente por su vida durante ocho meses. Nos quedamos desconsoladas, en un abrir y cerrar de ojos, ella ya no está mas aqui y nos costará un tiempo asimilarlo. Dos semanas mas tarde de ese día nos hemos reunido en la capilla del San Patricio para recordarla y hacerle un homenaje. Entonces, cada una de nosotros dijo unas palabras en su honor.
Quiero compartir las mías. Decidí contar un episodio de nuestra vida, cuando ambas eramos ya estudiantes de postgrado. Aqui está, es un simple relato:
He ido muchas mas veces a París luego, generalmente de trabajo, en eneros o noviembres fríos, y sin duda, cada vez que piso esa ciudad y camino por sus calles, siento a Inés Elvira, la mejor anfitriona, en mi piel, en mi alma. Luego, siempre le escribo y se lo digo “Me encontré de nuevo contigo en Paris” y ella se ríe. Para ella siempre fue su ciudad… eso me lo dijo muchas veces.
Así como esta historia tan personal, estoy segura que cada una de nosotros tiene una historia hermosa, o tal vez muchas que contar, vividas con ella. A través de estas Inés Elvira se prolongará entre nosotros para siempre..."
Pero no es solo por ello que la recordaremos. Inés Elvira fue una mujer entregada a este país. Desde su campo de la psico pedagogía lideró proyectos que hoy han sido trascendentales. Entre ellos, junto a Emmita Gaviria y al equipo de profesores del Colegio San Patricio, fueron las artífices de lo que hoy es una exitosa política pública y programa bandera: las Madres Comunitarias. Fué también Decana de la Facultad de Educación de la UPN durante muchos años, creando y formando grupos de profesores críticos y propositivos.
Aqui con el escritor Arturo Alape, otra gran amigo recientemente desparecido
Deja también Inés Elvira una obra conceptual y metodológica importante que es hoy capital de procesos educativos. Pudo presentarla y debatirla en muchas oportunidades dentro y fuera del país y de impactar con ellas a la comunidad pedagógica.
Compañera, amiga, mujer, profesional, colombiana, miembro de familia y ciudadana... Inés Elvira nos deja un balance de vida, que hoy asumimos como su mejor herencia.